Me da mucho gusto reanudarme con el diseño de este blog y los brillantes escritos que la componen, para escribir un artículo cuya importancia va directamente enlazada con mi particular y enviciado gusto por la música. Que en mi discernimiento llego a la conclusión de que se ha convertido en una adicción y como tal podría llegar a perjudicarme pero confieso que la mayoría de las veces me dejo persuadir por sus encantos.
Así bien, el desarrollo de este artículo voy a dedicarlo a puntualizar
mi grato gusto por la banda inglesa Coldplay que para muchos, es
simplemente una buena banda, para otros una banda mediocre de baja
calidad en composición y dificultad musical. Y para unos pocos, muy
pocos, es una banda excepcional. Yo entro en ese grupo.
La idea de escribir sobre Coldplay debo acreditársela, entre tantas cosas, a la inmesurable insistencia de mi amigo, hermano y colega de Cultura Cuántica, Ale (Alexander Gravis) para que viera el video de Paradise de dicha banda. Video que reproduje un par de veces, una para disfrutarlo y otra para analizarlo. Una filmación musical con una excelente fotografía y edición, combina la nostalgia con lo pintoresco, peculiar y hasta gracioso pero que deja un mensaje bastante oculto, camuflado. La bella apetencia de buscar lo que quieres -aún sin saber si lo conseguirás.
El no intentarlo indica que ya fracasaste- Protagonizado por una expresiva personificación que representa a un elefante con un simple y vulgar disfraz de fiesta infantil, que logra escapar de una jaula y pasa por todos los atropellos y penurias económicas y sociales para buscar lo que muchos entendemos como el paraíso.
El paraíso de cada quien es diferente, para unos es el dinero, para otros la familia, los amigos, el trabajo, etc. Lo que te hace pensar mientras observas el videomusical es que el paraíso del supuesto elefante tiene que ser una selva, interactuando con su comunidad. Pero en caso distinto, el personaje llega a la nirvana cuando consigue sus tres colegas tocando guitarra, bajo y batería en una selva. La satisfacción del protagonista no tarda en manifastarse y termina el video haciéndote entender que esa banda representa a los mismos integrantes de Coldplay. Un video muy decente.
Ahora bien, el elefante no es simplemente un elefante. Es un ser humano distinto al hombre corriente, que persigue un sueño distinto, diferente al sueño redundante de la sociedad voraz, que se engrana para que se cumplan sus códigos de aptitud según sus necesidades. Resumiendo, el corolario de la trama es que, seas quien seas, como seas, y pases la roncha que sea, debes conciliarte y buscar tus metas según tus sueños.
Para hacer que los lectores entiendan porqué esta agrupación tiene un puesto importante en mis gustos musicales tendría que extenderme demasiado debido a que es una banda que demuestra muchas facultades, por encima de lo corriente. Sobretodo en países europeos Coldplay tiene un respeto merecido, en EEUU ha costado más pero sin embargo ha sido aceptado. Pienso que en Venezuela la generalidad no le ha dado el puesto que merece pero también es cierto que en nuestro país se acepta más rápido la música gringa que la inglesa, siempre ha sido así. Esto lo asocio a una etérea relación entre el recelo y el bombardeo mercadotécnico de la música norteamericana.
No me considero una persona abierta con la música, me parece que no pertenezco al gremio de personas que compran o escuchan cualquier canción o disco. De hecho si la banda no me agrada la destruyo de adentro para afuera, respetando lógicamente la opinión ajena. Inclusive tengo en mis etiquetas musicales agrupaciones que son excelentes, de composiciones brillantes, letras magníficas y destrezas instrumentales claramente reconocidas, pero a mi no me gustan. No soy asiduo a su música, no me gustan sus canciones. El ejemplo clásico que siempre ofrezco es el de Soda Stereo, cuyo integrante principal (Gustavo Cerati) es un músico espléndido, con delicadeza ante la poesía y un genio en la guitarra, pero a mi no me gusta Soda Stereo, no me llevo con sus notas. Lo que quisiera explicar con este punto es que, una banda puede tener una estructura y un talento sin igual pero si las canciones no le llegan a alguien no le llegan, y mientras no cambien su manera de fabricar canciones no le van a llegar. Pasa mucho en sentido contrario, bandas que comienzan siendo brillantes pero después decaen por el descontrol que adquieren en ciertos aspectos, económicos, gerenciales o presos de la misma ambición.
Con Coldplay puede existir esa afinidad, entre el oyente a la canción. Hay que reconocer que Coldplay no tiene por costumbre componer canciones con una desmedida dificultad. Es de música sencilla pero bien elaborada y lo que más me gusta es que colocan la nota correcta en el tiempo exacto. Hace unos días conversando con Tavo le comentaba que hay grupos que hacen música pero existen otros mejores que "la transmiten". Transmitir la música no es fácil, pienso que es lo más difícil de hacer. Realizar una pieza musical que le llegue al corazón a un oyente es algo que sólo un genio sabe expresar.
Una banda que sirva para distintos tipos de ambientes, momentos y hasta cualquier temperamento ofrece una versatilidad que pocos grupos pueden dar. Estoy seguro que no soy el único que puede escuchar música de Coldplay mientras trabajo, leo un libro, manejo, cuando estoy feliz o nostálgico. Y el que sabe interpretar una melodía podrá captar espontáneamente cómo se acoplan los instrumentos, la batería con el bajo, la voz con el piano, y la guitarra haciendo sus espectaculares arreglos decorativos que terminan proporcionándole a cualquier tema un peso y una densidad armoniosa inexplicable.
Devolviéndome a la canción Paradise, con la que comencé este tema. Tengo muchas razones para recomendar que vean el video y escuchen su música pero la más importante es que todo lo que comenté de Coldplay en este artículo se resume netamente en esa canción. Espero que la disfruten tanto como yo.
http://www.youtube.com/watch?v=1G4isv_Fylg
Saludos..
Ryu.