Comienzo
haciendo referencia a esta "contranovela" escrita por Julio Cortázar
durante su estadía en Paris y publicada por allá en el año de 1963. Rayuela es
(vista por fuera), uno más de esos objetos-símbolo tan maravillosos que nos
legó la misma década que nació con The Beatles, y que luego de hacer el amor,
promover la paz y hacer la guerra, ver caer a Kennedy y al Che Guevara, cerró
con broche de oro colocando el primer hombre en la luna y celebrando el
festival de rock más grande y legendario de la historia: los gloriosos años 60.
En otro contexto
y algunos años antes, entre las teorías modernas relacionadas con la
astrofísica. Einstein propuso que todos los cuerpos generan una curvatura en el
espacio y como consecuencia de esa curvatura todo aquello que se aproxima al
objeto es afectado por la pendiente de la fulana curva, resultando finalmente
atraído hacia él. Es la forma en que la física moderna explica esa fuerza de
atracción llamada gravedad.
Extrapolando, libros
como Rayuela, son objetos que apenas irrumpen en el mundo, generan una enorme
curvatura en el espacio y es con esa amplitud que ejercen una constante fuerza
de atracción entre entusiastas lectores, soñadores y enamorados.
Pero ¿Por qué
Rayuela? Pues en principio, por su vanguardismo. “Por la invitación que
extiende al lector a no ser pasivo, y participar activamente en un constante
debate silencioso con el autor y el universo de su obra, que es el suyo
propio”. Por brindar múltiples alternativas para su lectura. Por llevarnos a
explorar nuevas y atrevidas formas y técnicas narrativas. Por la complejidad
psicológica y la belleza presente en sus Personajes. Esa conciencia lúdica tan
acertadamente representada en el juego infantil que le da su nombre; Rayuela.
Por sus alegorías, sus encuentros y desencuentros. La maestría con que nos
asoma a los límites, los abismos y los puentes de la conciencia, del
inconsciente. Por los momentos en que roza con el surrealismo. Pero también por
sus referencias artísticas, literarias, musicales (jazz), cinematográficas. Por
la vida en Paris, sus calles, los puentes sobre el Sena. Porque, como todas las
grandes obras es poseedora de un lenguaje propio, único, categórico.
Por su metafísica, su lirismo. Por ser una obra espléndida y universal. Y quizás, por ser también una obra central de lo que fue conocido como el "Boom latinoamericano". Por esto y mucho más, la considero una lectura indispensable, obligatoria.
Por su metafísica, su lirismo. Por ser una obra espléndida y universal. Y quizás, por ser también una obra central de lo que fue conocido como el "Boom latinoamericano". Por esto y mucho más, la considero una lectura indispensable, obligatoria.
Por otra parte,
de un modo más personal, esta valoración deviene en que más
tarde, su lectura, en una especie de comunión, se convertiría en punto de
encuentro con el primer gran amor de mi vida.
Hoy, al
recordarlo, vuelvo a abrir la caja de pandora y concluyo:
No hay mejor libro para encontrarse, para enamorar y enamorarse. Para leerse pasajes antes de hacer el amor y también después, comentarlo en la mesa mientras se unta mantequilla sobre el pan y se sirve un poco de vino, mirándose a los ojos con la complicidad de los que comparten la intimidad y los libros. Por todo lo que tenemos de Horacio y de la Maga los eternos amantes. A Cortázar: Muchísimas Gracias!!!
GM
No hay mejor libro para encontrarse, para enamorar y enamorarse. Para leerse pasajes antes de hacer el amor y también después, comentarlo en la mesa mientras se unta mantequilla sobre el pan y se sirve un poco de vino, mirándose a los ojos con la complicidad de los que comparten la intimidad y los libros. Por todo lo que tenemos de Horacio y de la Maga los eternos amantes. A Cortázar: Muchísimas Gracias!!!
GM
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