Poesía vs. Realidad

Que inexacta es la verdad cuando estoy contigo, se abren los caminos del apocalipsis que conducen al génesis. La frecuente gloria que me atrapa y a su vez la rechazo pero no puedo vivir sin ella, sin esa marca que me sirve de musa para el respiro, para el perpetuo titileo de mis entrañas, sin esa falsa expresión de la verdad. Me sujeto a la admonición del destino, la espero con resignación y pesadumbre pero la espero, solo pidiéndole a cada alborada que me exima del incontenible dolor que le deparan a mis sentidos, porque verdaderamente el día que deje de oirte, dejaré también de tocarte y por la palabra que lo manifiesta también dejaré de olerte y observar tu intangible belleza física.

Hay que vivir lo que se debe sentir, sin embargo no siento lo que vivo. Las cabriolas del viento dibujan la silueta de tu armonía sobre las azucenas de mi inspiración y riegan en un charco de nostalgias el polen de tu encanto. No espero que cumplas con la eternidad, sólo pido que cumplas como el elixir de mis fuerzas, a levantar la frente y dilucidar el espacio desdibujado que golpea mi conciencia.

Que imprecisa es la realidad cuando te siento. No eres maldad, por eso te temo, eres parte de la apatía y por eso te aprecio. Como el patriota que le regala su sangre al pueblo te he legado mis dichas y hasta el sol de mis días, y a cambio recibir un empréstito de tu divinidad, alimentarme de tus fantasías e iterar un sinfín de veces la estrecha sapidez de tu esencia.

Si te busco me consigo maltrecho, no es necesario este estado para buscarte pero me encanta el resultado que encuentro. Tu avidez me conmueve y además me engrandece, la luz que me cubre sale de tu pecho para saciar mis deseos, sin duda representa la quimera que me aturde en la taciturna tiniebla de mi razonamiento equívoco.

La poesía se convierte, una vez más en mi eterna verdad, la deseo cuando quiero pero me convence más la realidad. Dejar atrás el avaro desenlace y continuar sin vista atrás. Si soy sincero, no se si miento ni me interesa al final. Solo te pienso reiteradas veces, cúmulos de sensaciones me brotan en la temperatura más algente que mi cuerpo puede soportar. Quizás viva pensando hasta el final que el contendor más implacable de esta ceremoniosa lucha soy yo, no se si gane o pierda pero el de la desventaja si soy y como la jerarquía no me auxilia definitivamente más descartable es mi victoria. Por eso felicito los perennes pedestales de tus yacimientos, aquellos que hoy me agobian con el espíritu zaherido pero que levantan mis alas para impulsarme hasta el empíreo.

La realidad se convierte en poesía y lo acepto, lo disfruto, pero a fin de cuentas nunca sabré si mi verdad es la poesía o la realidad de mi existir forma parte de la misma. En épocas de tribulación son éstas las incógnitas que me flagelan pero esa es la base de mi historia, esperar el inminente ganador entre la poesía vs. realidad.


En la memoria de mi querido amigo, Joel Stoppello, con quien compartí la misma percepción y significado por el arte más hermoso del mundo, la música.

 Ryu.